SALIR DE LA QUEJA

Cambiar nuestro relato.
.
Hoy te voy a proponer un ejercicio que te puede servir para el día a día.
Modificar nuestra relato!
.
Qué importante es repensar cuando hablamos!
.
Elegí un tema que te preocupe o que te ocupe la cabeza, no muy importante para empezar.
Por ejemplo: “Mi marido NUNCA me ayuda en la casa, SIEMPRE soy yo la que hace todo y mis hijos no hacen NADA.
Uf, cuanto, no?
.
Empezá a repensar esto, quizás puedas encontrar algo que SI hace tu marido y tus hijos. o también algo que vos no haces…
.
Las cosas son en equilibrio y estos relatos muchas veces nos dejan en lugares de queja constante y la queja no lleva a nada.
.
Poder pedir, “Me gustaría que me ayudes con tal cosa porque para mi es mucho", sería una buena opción, de manera amorosa, sin reclamo.
O también, “Sabes que no me gusta hacer tal cosa y lo hago con desgano, podrías darme una mano y lo terminamos antes?”
.
Reconocernos en la queja y corrernos es una manera creativa de salir de esos circuitos negativos.
.
Fíjate si te resulta, probable y vas a ver que positivo es.
.
Espero que te sirva!
.
¿Te reconoces en la queja?
¿Podes correrte?
¿Pedir lo que necesitas sin reclamar?

 

Compartir: