El hijo de reemplazo
A veces cuando se pierde un hijo el inconsciente biológico de los padres, haciendo caso omiso al instinto de supervivencia de la especie, procrea un nuevo hermanito que suele nacer a los 9 meses exactos o 12 meses después de la partida del primero.
A veces también se les pone el mismo nombre o algún nombre que indique algo, como por ejemplo Renée, que significa renacido, o vuelta a nacer.
Este tema siempre me interesó, yo me enteré a los 22 años que tuve un hermano antes que yo que no nació. Me enteré, pero siempre lo supe, no sé por qué.
Cuando se produce la pérdida de un hijo o cuando un bebé crece en el útero de una madre que tuvo pérdidas de embarazos ya sea espontáneas o provocadas, el hijo que viene después siente y percibe todo lo que la madre vivió. Sus células se impregnan de todas esas emociones. Y muchas veces siente inconscientemente la culpabilidad de ser el hermano que vivió. Carga muchas veces, con un muerto, sintiendo un vacío, que sus vidas no le pertenecen. También tienen madres que no están afectivamente disponibles afectivamente para estos hijos, ya que están atravesando sus duelos,
Hoy les voy a contar de un cuadro que tengo en mi casa, que mi hermana me regaló hace muchos años, cuando vivía en EEUU y estuvo en el museo de Salvador Dalí. Este cuadro siempre me llamó la atención, lo observo y siempre me produce una enorme tristeza, y aún así me gusta… no entendía por qué me gustaba hasta que un día descubro esta información que ahora les voy a contar.
Salvador Dalí fue un hijo de reemplazo, y contó su historia de esta manera.
" Viví la muerte antes de vivir la vida...mi hermano había muerto 3 meses antes de mi nacimiento. Mi madre había quedado trastornada hasta lo más profundo de sí misma ... Y, en el vientre de mi madre, sentía ya su angustia...mi feto se bañaba en una placenta infernal. Sentí profundamente la persistencia, una suerte de robo de afecto...ese hermano muerto, cuyo fantasma me recibió...no es por azar que se llamara Salvador como mi padre y como yo ... Aprendí a vivir llenando el vacío del afecto que no se me daba verdaderamente".
Curiosamente Dalí pintó 64 veces el Ángelus de Millet. Un cuadro en el que dos campesinos rezan en un campo sobre una cesta de papas. Cuando ese cuadro se sometió a ratos X se encontró un pentimento: un arrepentimiento del pintor, que daba cuenta que antes de la cesta de papas lo que había era el ataúd de un niño. Millet cuenta en sus memorias, que antes de exponer el cuadro, un amigo le sugirió que lo cambiase pues era muy triste y no iba a poder venderlo, entonces decidió pintar sobre el ataúd ese cesto de papas.
Cuando Dalí se enteró de la historia dijo: "siempre olfateé la muerte de un niño en ese cuadro”
Hoy les cuento esta historia porque es un tema que siempre me interesó desde antes de la formación de Constelaciones familiares y cada vez que veo películas sobre este tema me atraviesan demasiado.
Sigo trabajando este tema en profundidad. Incluso los no nacidos tienen que tener su lugar, encontrar nuestro lugar en el sistema familiar es la manera de encontrar nuestro lugar en la vida. Tenemos que darle lugar a esos seres invisibles, así cada uno tiene su lugar que le corresponde dentro del sistema familiar.
Para darle lugar es conveniente realizar una constelación familiar e integrar a ese integrante excluido.
Puede ser que no sepas si tu mamá perdió un embarazo antes, o si hubieron muertes de niños cerca de tu nacimiento, pero quizás lo que registrás es que estás viviendo una vida que no es la tuya, o tenés un sentimiento de culpa que no corresponde a tu realidad.
¿Te sentís así?
¿Registrás que hay algo de tu vida que pareciera que no te pertenece?
Un beso, Renée