El aroma del café recién molido

El aroma del café recién molido, ese que se hace con molinillo, ese aroma me recuerda a mi infancia.
Mis padres solían tomar café todas las mañanas, tomaban café recién molido. Teníamos un molinillo de la marca Brown color amarillo, era todo un trabajo ser la que molía el café. Había que moverlo cada tanto para que los granos se acomodaran e ir apretando el botón de encendido y mantenerlo apretado hasta que se molieran todos los granos. Me encantaba hacerlo, como era eléctrico, había que enchufarlo y sólo me dejaban hacer todo el proceso (que duraba menos de 3 minutos) bajo la supervisión de un adulto.
Ellos se levantaban muy temprano, con lo cual, casi nunca llegaba a molerlo porque cuando yo despertaba ellos ya lo habían hecho. Cada vez que despertaba, me acuerdo "parar la oreja" para ver si había ruido en la casa y bajar corriendo a ver si llegaba a usar el molinillo.
El olor a café recién molido me daba sensación de ser grande, de hacer cosas que solo los grandes pueden hacer. Hoy recuerdo la felicidad que me provocaba y asocio esa felicidad al aroma del café recién molido. No tomo mucho café, pero me encanta ese aroma, me haría café sólo para sentir el aroma, me compraría un molinillo para volver a sentir esa felicidad que me producía utilizarlo.
Las emociones se viven con todo el cuerpo y los sentidos están todos despiertos en cada emoción, volver a pasar esa sensación de felicidad por el cuerpo al sentir ese aroma.
Qué te trae felicidad? Asociás algún aroma con un momento feliz de tu infancia?
Como la sopa de tu abuela, por ejemplo. El perfume de un ser amado.
Te invito a que cierres los ojos y recuerdes un aroma que te haya hecho feliz en tu infancia, y que vibres esa sensación de felicidad.
Contame cual es tu recuerdo feliz.
Te leo con amor, Renée

Compartir: